Nota de prensa del 12 de abril de 2012

Texto: Nacho Salvador

 

 

Una gran aventura

 

El Desierto de los Niños ha vuelto a España culminando una edición que ha estado marcada por la pésima climatología. Los participantes del viaje solidario patrocinado por Hyundai, Aquarius y Alain Afflelou han tenido que superar puertos nevados, cruzar ríos desbordados e incluso han vivido la atípica experiencia de ver llover en las dunas del desierto. Aún así, se cumplieron los objetivos previstos.

 

La octava edición de El Desierto de los Niños arrancaba bajo el lema “La Luz del Sol”, pues la actividad principal del viaje era la inauguración de las placas solares que la Asociación Desierto Niños ha instalado en la población de Ouzina. Sin embargo, el sol se ha dejado ver en pocas ocasiones durante la semana que ha durado el viaje. Una atípica climatología ha complicado el tránsito de los 40 vehículos que componían la caravana, que debieron superar nevadas montañas, ríos desbordados y pistas destrozadas por las fuertes lluvias.

 

Estas adversas condiciones hicieron que un viaje sencillo se convirtiera en una pequeña aventura, lo que se tradujo en un inusual número de averías entre los coches todoterreno de los participantes, algo que no afectó a ninguno de los Hyundai iX35, iX55 y Santa Fe, que completaron el recorrido sin ningún tipo de problemas y volvieron a España como nuevos. Los 4x4 coreanos volvieron a demostrar su dureza en las más difíciles condiciones.

 

Una de las pocas ocasiones en las que el sol se dejó ver fue a la llegada a Ouzina, donde niños y mayores asistieron a la inauguración de las placas solares que se han instalado en la escuela, en la casa del profesor y en la asociación local. Placas que darán luz “limpia” tanto a los edificios como a los ordenadores que el viaje donó hace ahora dos años. Tras visitar la escuela, los niños (españoles y marroquíes) se pusieron mano a mano a plantar árboles junto a la valla que delimita el recinto de la escuela, árboles que servirán para recordar el día que la luz llegó a Ouzina. Cerró el acto Ibrahim Taouchikht, Presidente de la Association Ouzina, que con unas emotivas palabras agradeció el trabajo que El Desierto de los Niños está haciendo por su pueblo natal. Ouzina es una pequeña aldea situada en medio del desierto y a la que sólo se llega por pistas. Hace pocos años estaba a punto a desaparecer, pero a día de hoy se están construyendo nuevas casas que garantizan el futuro del pueblo, que fue muy importante en el pasado como punto de partida para las caravanas que iban al sur y que es la localidad de referencia para multitud de nómadas que viven en los alrededores. La Asociación Desierto Niños ya está trabajando en un nuevo proyecto con Ouzina para el próximo año.

 

Absurdos problemas burocráticos mantuvieron retenido el camión de Aquarius en la frontera, lo que a punto estuvo de echar por tierra el trabajo de los cinco ópticos de la Fundación Alain Afflelou que acompañaban al viaje. Sin embargo, gracias a la previsión de Florent Carrière, Secretario de la Fundación Alain Afflelou en España, que transportaba parte del material en su Hyundai iX35, se pudieron hacer las graduaciones sin retrasos. Durante tres días trabajaron en Taouz verificando la vista a niños y mayores. El resultado: sobre 178 revisiones realizadas, se regalarán 80 gafas a 72 personas.

 

El Desierto de los Niños 2012 ya es historia, pero sus promotores, siempre de la mano de la Asociación Desierto Niños, ya están trabajando en planificar la novena edición, que se celebrará durante la Semana Santa de 2013.

 

 

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