Texto: Carlota Martínez-Atienza, 13 años

 

MI EXPERIENCIA EN MARRUECOS

 

 

En Semana Santa 60 familias hemos participado en un viaje inolvidable. Todos hemos disfrutado de esta aventura y vivido muchas experiencias.

 

Desde el primer día África nos sorprendió, para muchos de nosotros era todo nuevo.

 

Lo más bonito fue ir a repartir juguetes y ropa a los niños de los pueblos. Ver como te miran, sonríen y agradecen continuamente no tiene precio; te enseñan a darte cuenta de lo que tenemos nosotros y ellos no y lo que a nosotros nos falta. Nunca una mala cara y siempre sonriendo.

 

También fue muy divertido ir a las dunas. Mi grupo lo dirigía Fede, él me enseñó a mirar con otros ojos los paisajes que fuimos viendo; también me enseñó todo lo que sé sobre Marruecos, su cultura y su gente, con él nos lo pasamos genial y aprendimos mucho.

 

Cuando entramos en las dunas, fue divertido subir y bajar, parecía una montaña rusa. Si alguno se quedaba parado en la arena, todos salíamos a ayudar.

 

A la hora de comer montábamos las mesas juntas; las comidas eran muy divertidas, contábamos anécdotas y nos reíamos mucho.

 

Todas las tardes, los monitores organizaban actividades en los hoteles. Un día montaron una tirolina en el hotel, y esa misma tarde, nos montamos en dromedario.

 

Una noche hicimos cena de disfraces. Todos íbamos disfrazados: había monstruos, brujas, hippies, chinos, Picapiedra… Para acabar la noche, los monitores hicieron una obra de teatro muy divertida.

 

Las noches las pasábamos en unos hoteles preciosos. Menos la noche que dormimos en las khaimas, fue la más divertida y la ultima que dormimos en un barco de vuelta a España; no se si se movió, yo estaba muy cansada y dormí fenomenal.

 

Me ha gustado mucho y no dudaría en volver el año que viene.

 

Carlota Martínez-Atieza

 

 

 

 

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