LAS HURDES 4, 5 y 6 de JUNIO de 2010
Un total de 16 familias (22 adultos y 11 niños) nos dábamos cita el primer fin de semana de junio en las Hurdes,
con un buen tiempo, bonitas rutas con preciosos paisajes y mucha diversión.
El viernes 4 íbamos llegando al Hostal de Riomalo de Abajo, desde diferentes procedencias: Madrid, Gijón, Málaga, Huelva y Alicante. Después de la cena, un poco de charla en la terraza y a descansar.
El sábado comenzabábamos con la primera ruta. Después del desayuno y briefing inicial, hicimos 3 grupos y nos pusimos en marcha. Esta ruta comenzaba bordeando las Hurdes para luego entrar de lleno en ellas.
Después de admirar el paisaje del embalse de Gabriel y Galán desde lo alto de una montaña, nos dirigimos a la ciudadela de Granadilla, donde unos cuantos pudimos visitarla (cerraban a la 1 de la tarde).
El punto de la comida estaba muy cerca, a orillas del embalse, lo que propició que los niños y otros menos niños se dieran un resfrescante baño.
Ya por la tarde segunda parte de la ruta, en la que nos adentramos en la Hurdes, acabando la ruta prevista cerca de Pinofranqueado. Aquí damos a elegir la opción de acabar la jornada e ir al hostal o continuar con un par de actividades. Por mayoría se decició continuar.
Lo primero era llegar, en coche, hasta la Cascada de Los Ángeles, por pista de montaña. Después, retrocediendo por la pista, tomamos carretera hasta Ovejuela, donde algunos hicieron marcha, a pié, hasta la Cascada del Chorrituelo, donde los niños aprovecharon para bañarse de nuevo.
De regreso al Hostal con tiempo para la ducha y cenar, excepto el grupo de los Poceros (los que llevaban niños), que llegaban directamente a la cena.
Después de la cena proyección de fotos tomadas, elección de las 3 ganadoras del concurso (premio: productos de la tierra) y queimada en la terraza, con una temperatura muy buena.
A la mañana siguiente la pista empezaba en el mismo hostal, con la visita obligada al mirador del meandro Melero, que llevaba mucha más agua que en noviembre. De aquí se subió a las sierras altas en Las Hurdes con unas espectaculares
vistas, con paisajes preciosos y pueblos hurdanos salpicados en los valles, casi perdidos.
Para la comida, fuimos a Las Mestas, donde había como una piscina natural, donde, por supuesto, los niños y algunos mayores se dieron un buen baño.
Para comer paella hecha por el hostal, postre de la tierra y cada uno a casa (los de más lejos ya se fueron al acabar la ruta).
Fin de semana genial, con una participación excelente y buen trabajo de nuestros anfitriones, Jaime y Jesús, de Terranatur.
Gracias a todos!!!
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