Texto: Federico Granda

Fotos: José Antonio Sánchez y Federico Granda

Fin de semana muy divertido y diferente!!!

 

En la web del Rincón de Barrachina podemos leer: "la casa a la que no se viene a descansar" ... y, efectivamente, lo pudimos comprobar el fin de semana del 3 al 5 de junio, sobre todo el sábado!!!

 

Nos dimos cita el viernes 3 en la casa del Rincón de Barrachina. Las 11 familias participantes fueron llegando a diferentes horas. Muchos venían de Madrid, pero otros lo hacían de Castellón, Alicante y Ciudad Real.

 

A los 4 niños les alojamos en una de las habitaciones de literas ... se lo pasaron en grande!!!

 

Algunos ya empezamos con el 'no descanso', con una agradable charla después de la cena ... y a la cama no demasiado pronto.

 

El sábado teníamos muchas actividades en el programa, por lo que tocaba madrugar. A las 8 ya estábamos desayunando. Después, el típico 'briefing' donde explicamos el contenido del día, repasamos los rutómetros y hacemos 2 grupos.

 

La primera visita era la mina de carbón de Escucha (ya en desuso), a la que llegábamos haciendo una parte por campo y otra por carretera. La primera parte de pista transcurría lentamente a lo largo de la rambla de Nueros y del río de Pelarda, que cruzamos unas cuantas veces. Una vez dejado el río, la pista se encamina hacia el santuario de Pelarda, y a partir de aquí es más rápida, combinando espacios abiertos con bosque. Después de algo más de 50 km, los últimos ya de asfalto, llegamos a la zona minera, en concreto al pueblo de Escucha, muy cerca de Utrillas.

 

Aquí, y una vez puestos los cascos de seguridad, bajamos a la mina de carbón. La bajada se hace usando una vagoneta acondicionada con asientos, pero con el mismo sistema de arrastre que se hacía cuando la mina estaba en funcionamiento. Acompañados de una guía, visitamos varias partes de la mina, con explicaciones muy interesantes sobre la mina y las técnicas de extracción y transporte del carbón.

 

 

De Escucha volvimos a la casa del Rincón de Barrachina, haciendo los 71 km de distancia, una mezcla de pistas y carretera, muy divertida, con lo que se conseguía que los kms cundiesen.

 

Con todo esto, estábamos llegando a la casa pasadas las 3 de la tarde ... es que la visita a la mina se prolongó bastante ... y a nadie nos apetecía que fuese más corta.

 

Comida en la casa y unos pocos minutos de descanso, pues empezamos la tarde con la gymkana fotográfica de Gallocanta. De la casa a Gallocanta se accedía por campo, hasta Calamocha, y luego por carretera, con rotómetro. Una vez en la laguna de Gallocanta, los participantes, agrupados en equipos, tenían que hacer un recorrido, siguiendo un mapa que se las daba y buscando unos objetos, de los que se las daba las fotos (una torre de una iglesia, un observatorio de aves, una cruz, etc, etc). Así los participantes iban recorriendo el trazado, bordeando laguna, y se iban fijando a ver si los objetos que iban viendo estaban en el libro de fotos que tenían, y si era así, tenían que hacer una foto como la muestra.

 

La idea era que, según fuesen acabando los participantes, nos reuníamos en el poblado celtíbero El Castellar, para disfrutar de la impresionante vista del atardecer sobre la laguna, pero llovía y decidimos que de allí nos íbamos directamente a la casa del Rincón de Barrachina.

 

El plan para después de la cena era una nocturna. Pensamos que, después de todo lo que llevábamos durante la jornada, alguno preferiría ir a dormir y no hacer la nocturna ... pero no fue así, TODOS los participantes querían hacer la actividad (eso sí, los niños preferían quedarse en su maravilla habitación de literas!!!).

 

La nocturna consistía en un recorrido circular de unos 17 km., con un rutómetro en el que se habían sustituidos los dibujos tradicionales de las viñetas por rumbos. En las viñetas del rutómetro sólo figuraban las distancias y el rumbo (expresado en grados) en el que estaba el camino que tenían que tomar al llegar a un cruce.

 

Se hicieron equipos de 2 y 3 coches, que iban saliendo cada cierto tiempo, para hacerlo más divertido y que un equipo no se limitase a seguir al otro.

 

Además, al llegar a ciertos puntos, los participantes tenían que hacer alguna prueba extra a pie.

 

La noche estaba muy oscura, sin luna, lo que dificultaba aún más el encontrar el camino adecuado.

 

Esta modalidad era una novedad para todos los participantes, que se lo pasaron muy bien durante todo el recorrido. Sobre las 4 de la madrugada nos fuimos a dormir los últimos en llegar, poniendo broche a una jornada larga, cansada, pero muy divertida.

 

Las actividades previstas para el domingo eran mucho más tranquilas. Primero, el desayuno lo teníamos a las 10 de la mañana. Luego, los participantes tenían que hacer parte de un recorrido del día anterior, pero interpretando el rutómetro a la inversa. Es decir, que empezaban por donde acababa una de las rutas del sábado, y tenían que interpretar las viñetas a la inversa. Para evitar tentaciones, se borraron los tracks, del día anterior, de los gps. Una vez llegado a un punto, se tenía que regresar a la casa sin rutómetro, sólo por referencias visuales e interpretación del terreno.

 

Dio tiempo a hacer todo esto y cuando acabaron, algunos dieron un paseo andando y otros decidieron hacer el recorrido de la noche anterior, pero ahora con plena visibilidad.

 

Después comida y cierre de la actividad.

 

Nuestro agradecimiento a todos los participantes y al Rincón de Barrachina: Nacho Salvador y Ana Martínez y a todo su personal, que nos trataron como en casa!!!

 

En resumen un genial fin de semana con un sábado muy activo y diferente, disfrutando de la naturaleza y del 4x4, pero con componentes nuevos para todos. Por nuestra parte ya estamos preparando otro fin de semana para octubre.

 

 

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