Bonito y divertido fin de semana en las Hurdes, coincidiendo con la berrea

 

Todo empezaba el viernes 23 de septiembre en el hostal de Riomalo, donde nos dimos cita 12 familias, dispuestas a pasarnos un buen fin de semana. Todos llegaron para la cena y, a los postres, se propuso ir cerca del meandro Melero, a escuchar a los ciervos ... la propuesta tuvo una aceptación casi mayoritaria y todos menos los dos últimos en llegar (estaban cenando aún) nos dirigimos al campo. Noche preciosa, que nos brindaba una espectacular vista de las estrellas y, al mismo tiempo, podíamos escuchar muchos bramidos de los ciervos, muy cerca de nosotros.

 

El sábado empezaba con un gran desayuno, ya típico del lugar. Después de unas indicaciones sobre la ruta y conducción respetuosa en el campo, salimos en 2 grupos. La ruta del sábado bordeaba las Hurdes, dirigiéndose al embalse de Gabriel y Galán, donde comimos, después de visitar la ciudadela adandonada de Granadilla.

 

Por la tarde, la ruta continúa hasta entrar de lleno en las Hurdes y dirigirnos a la zona de Pinofranqueado.

 

Después de la visita al chorro de los Ángeles, donde observamos varios buitres, nos dirigimos a Ovejuela, desde donde hicimos una pequeña marcha, a pie, hasta el chorrituelo de Ovejuela. Aquí, algunos valientes se dieron un buen baño.

 

Ya casi anocheciendo, regresamos al hostal, ya por carretera. Después de una buena cena, quimada para todos y comentarios de fotos de los participantes y a descansar, después de un largo día.

 

El domingo queríamos intentar ver algún ciervo, así que tocaba madrugar. A las 7:30 de la mañana, todavía de noche, nos dimos cita unos cuantos, que nos distribuimos en pocos coches y nos pusimos en marcha a la búsqueda de ciervos. Después de ver alguno atravesando el camino, paramos en el Melero, donde pudimos observar, a lo lejos, a más de un ciervo. Después bajamos hasta el río, pero aquí no tuvimos suerte (además ya había mucha luz).

 

Regresamos a tomar un buen desayuno que nos habíamos ganado y después, hacer la ruta correspondiente. Ruta que nos llevaría por los montes de las Hurdes, con paisajes y vistas espectaculares.

 

Acabamos en Nuñomoral, a buena hora para regresar a Riomalo, donde comimos a la orilla del río.

 

Acabada la comida, despedida y cierre del evento y regreso a casa.

 

Nuestro agradecimiento a todos los participantes y a Terranatur, que se ocupó de toda la logística: preparación de rutas, organización de comidas, etc.