En esta ocasión sí pudimos llegar al corazón del valle de Pineda!!!

 

Como ya es costumbre, cuando pasamos el fin de semana en las tierras del norte de Palencia, nuestro punto de reunión y alojamiento fue la posada rural del convento de Santa María de Mave.

(Visita la posada rural en http://www.elconventodemave.com/)

 

En un ambiente familiar y de compañeros de aventuras (todos habíamos coincidido en más de una travesía), nos juntamos todos los participantes a tiempo para la cena. En esta ocasión teníamos 12 niños en el grupo .... totalmente familiar!!!

 

Justo el mismo viernes había estado lloviendo por la zona y, aunque las previsiones eran de no lluvia para el fin de semana, esto era siempre una amenaza. El sábado nos respetó bastante el tiempo, con muy pocas gotas que cayeron por la mañana y llegó a salir el sol por la tarde. Con todo el agua caída, había tramos de la ruta que eran realmente divertidos.

 

La primera parte de la ruta de la mañana nos llevó hasta Cervera de Pisuerga, donde paramos a tomar un estupendo caldito. Después camino a Resoba para acercarnos a ver el río Carrión y evaluar si se podía cruzar, al menos en su primer vadeo.

 

Una vez que vimos que el paso era asumible, fuimos a comer a un restaurante en Triollo (planeamos comer a cubierto por la amenaza de lluvia).

 

Por la tarde nos adentramos en el valle de Pineda y, en esta ocasión, pudimos hacer todos los vadeos, pasando por algún que otro nevero que no se había derretido aún. Salimos del valle otra vez por Resoba y aquí unos fueron al hotel por carretera y otros por pista, hasta prácticamente el hotel.

 

Amanece el domingo ... lloviendo!!!. Nuestro plan inicial contemplaba un par de actividades a pié, que con la lluvia iban a resultar bastante incómodas, así que cambiamos los planes. A primera hora hicimos la ruta que nos lleva a la Peña Amaya (programada para después de comer), para ver si mientras tanto mejoraba el tiempo.

 

Efectivamente a media ruta dejó de llover, lo que nos permitió dar un paseo por el alto de la Peña Amaya y disfrutar del paisaje que se divisa desde arriba.

 

Después seguimos con el nuevo plan y nos dirigimos a las Tuerces. Justo aquí salió un poco el sol, y esto nos permitió disfrutar de un bonito paseo por este lugar tan peculiar.

 

Para la comida, hicimos el picnic previsto en la cafetería del hotel, en previsión de lluvia, que apareció de nuevo miestras comíamos.

 

Como ya es habitual, un gran fin de semana!!! ... en 15 día repetimos!!!

 

 

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