En 2008 hicimos también la travesía a Marruecos en moto, siendo esta la más dura de todas las ediciones que hemos preparado hasta ahora. Carlos, Lorenzo, Pedro y Regino decidieron bajar de nuevo a Marruecos, proponiendo un duro reto: llegar a Playa Blanca. Nosotros, como siempre, les dimos toda la asistencia con nuestra Toyota Hilux.
Todo empezaba el 24 de octubre, embarcando en Tarifa hacia Tanger y haciendo noche en Rabat.
El 25 nos desplazamos hasta Ouarzazate, desde donde empezábamos las etapas. En el hotel dajaríamos los coches y carros de las motos, hasta nuestro retorno en unos cuantos días y después de más de 1.500 km por recorrer.
La primera etapa nos llevaría hasta Tata. El primer tramo, desde Ouarzazate hasta Tazenakht, era el mismo que usamos el pasado año. En el mismo Tazenakt tomamos una pista, en principio muy rápida, hasta el paso del cañón del Assif n'Haroun, donde se circulaba en una pista muy dura y serpenteante, que bajaba muy poco a poco al nivel del río que formaba el cañón, con unos barrancos considerables, lo que hacía poner los 5 sentidos en la conducción.
Depués de unos 15 km de cañón, la pista mejoraba, pero seguía siendo muy "endurera", con terreno de piedra, combinando con algún tramo más rápido y suave. Después de algo más de 200 km de pista, llegamos a la carretera de Tata, con un enlace de unos 20 km.
El 2º día nos llevaría hasta Assa. Al poco de dejar Tata, nos adentramos en una amplia y rápida pista, usada por el Dakar en 
varias ocasiones. A los 50 km nos encontramos con un puesto militar, que cuando estuvimos marcando la zona no nos dijeron absolutamente nada, pero que ahora nos comentaron que no podíamos circular por esa pista, cercana a la frontera Argelina. Muy amablemente nos indicaron el punto de salida a la carretera (siempre hacia adelante, por lo que no tuvimos que retroceder nada). Una vez en carretera, llegamos enseguida a Akka, donde las motos cogieron una antigua pista en desuso, con mucha piedra, muy dura. Nosotros, con la Hilux fuímos hasta Touzounine, donde enganchamos con nuestra ruta prevista
Desde aquí el siguiente tramo era muy rápido, pistas muy rectas, con terreno blando y un paisaje con muchas acacias, recordando a los paisajes de la sabana africana. Pero no todo iba a ser así, ya que el último tramo era un pedregal, coincidiendo en bastante recorrido con el lecho de un río.
Después de un duro recorrido, de 225 km de pista, tramo de enlace por carretera de unos 25 km, que venía muy bien!!!. Alojamiento en Assa, en el único hotel aceptable, el Nidaros.
El 28 emprendíamos una larga etapa, con sólo 15 km de carretera, al principio, y más de 220 de pista. Etapa en la que iríamos durante muchos km pegados al oued Draa, por la orilla sur. Terreno con tramos muy rotos por la erosión del agua y muy solitario, donde se echaban de menos la khaimas de los nómadas. En el último tercio de la etapa, nos separamos del Draa para pasar un par de sistemas montañosos y tras una trialera volvernos a juntar con el cauce del río, pero en este punto el Draa llevaba mucha agua, lo que hacía imposible el paso previsto, cuando tan solo nos quedaban 12 km para cruzar la carretera de Tan Tan y acceder a nuestro destino.
Tuvimos que regresar unos pocos km, deshaciendo la trialera y buscando un camino que nos llevase a Tan Tan, haciendo así más recorrido del previsto. Una vez en Tan Tan, repostamos y nos dirigimos a nuestro destino, el Ksar de Tafnidilt, donde nos alojamos.
Al día siguiente nos esperaba una larga etapa, ya que el destino era Tafraoute, en pleno Anti Atlas. Madrugamos un poco más de lo habitual y nos pusimos en marcha. Desde Tafnidilt hacia los alcantilados elegimos el camino que va más por el interior y atraviesa un pequeño cordón de dunas, es mucho más bonito y entretenido que el camino que va hacia el Cap Draa.
En el paso de dunas tuvimos problemas con la pick-up, ya que llevábamos el cubre cárter suelto (sin posibilidad de poder quitarlo) y cuando pisábamos la arena y el coche se hundía un poco, el protector nos hacía de ancla y nos frenaba. En dos ocasiones nos quedamos enganchados por culpa del cubre cárter y perdimos mucho tiempo. Cuando por fin llegamos a Aoreora, el comienzo de Playa Blanca, veíamos cómo la marea iba subiendo poco a poco, así que teníamos que salir de allí cuanto antes. Hicimos repostaje a las motos (habían consumido más de lo normal, en el paso del erg) y nos dispusimos a hacer los 40 km de playa cuanto antes.
La marea estaba subiendo bastante, lo que nos obligaba a conducir sobre la arena y no la parte dura de la playa, lo que hacía que se fuera más lento y se veía cómo poco a poco el mar se iba comiendo la playa. Los últimos km las motos los pasaron por un estrecho paso entre el mar y unas piedras y el coche tuvo que buscar una pista que se acercase más a la montaña, ya que apenas quedaba hueco por la playa.
A la salida de la playa tuvimos que volver a hacer repostaje a las motos, pues habían consumido mucho al circular continuamente sobre la arena. Proseguimos viaje, ya por la parte alta de los alcantilados, con unos paisajes preciosos, haciendo una parada para tener una comida, más que merecida, en Fort Bou Jerif. De aquí a Guelmin y, por las horas que ya eran, a Tafraoute haciendo enlace por carretera.
La penúltima empezaba en una pista a la salida de Tafrouute por el sur. El principio de la pista era de tránsito normal, a los pueblos de alrededor, pero llegaba un momento que la pista, por la falda de la montaña, estaba en desuso (por la carretera de la parte norte de Tafrouote), con zonas muy rotas, en concreto un paso que apenas cabía una moto. Este paso se realizó a pie, pasando cada moto con la ayuda de 2 personas. Mientras tanto, el coche iba por carretera (no cabía por ese paso) hasta llegar a un punto de confluencia.
Después de unos pocos km de enlace tomamos una pista hacia el SE, que nos conduciría hacia un cañón impresionante. El cañón comenzaba desde arriba de la montaña, con una bajada trialera hasta el mismo cauce de un río, por el que iríamos más de 20 km, encajonados entre grandes paredes y con un paisaje espectacular.
Acabado el cañón y la maravilla de circular por él, y tras un enlace por carrtera, tomamos una pista dura de montaña hacia Souk Tieta de Tagmoute. La pista trancurría a lo largo de las faldas de diversas montañas, con un precioso valle a lo lejos, al cual teníamos que acceder, pero nos encontramos con un puente de la pista totalmente roto, sin posibilidad de paso alternativo, lo que nos obligó a retroceder. Y, cómo no, las malas noticias se juntaban, pues cuando estábamos dando la vuelta para empezar el retroceso, comenzó a llover de una forma copiosa (afortunadamente no duró mucho!!!)
El imprevisto encontrado nos hizo cambiar los planes, dirigiéndonos a Taliouine, en lugar de Assrargh (destino original previsto).
Por el cambio del destino, el último día de la etapa tenía un tramo diferente al programado, así que tuvimos que recargar los gps con los nuevos waypoints. La pista salía al poco de dejar Taliouine y tanscurría paralela a la parte sur del Gran Atlas, con montañas y valles preciosos, con un tiempo muy frío, que amenazaba lluvía. La pista salía cerca de Tazenakt, desde donde haríamos el mismo tramo que el primer día, pero en sentido inverso, donde veíamos como poco a poco el sol iba predominando y la temperatura subiendo.
Llegamos a Ouarzazate a mediodía, todos contentos por haber cumplido el objetivo de tantos km duros recorridos!!!
Recogimos todo, cargamos las motos en los carros y, como era bastante pronto, nos pusimos en marcha para ir ganando terreno y dormir más cerca de Tanger.