CRÓNICA


MARRUECOS IDA
MAURITANIA IDA
SENEGAL
MAURITANIA REGRESO
MARRUECOS REGRESO
FRONTERA DE ROSSO
INCIDENCIAS
RESUMEN
INICIO
FOTOS

MARRUECOS IDA
La travesía de Marruecos la hicimos de forma rápida, tanto a la ida como a la vuelta.

Al bajar, pudimos embarcar todos el mismo día 30 de enero, cogiendo el último barco (Agustín por los pelos), y durmiendo en Restinga, cerca de Tetuán.

A la mañana siguiete, ya estábamos en Marruecos, con los trámites fronterizos pasados. El objetivo de ese día era Essaouira. Al día siguiente haríamos una etapa bastante más larga, llegando hasta el puerto del Aaioun. Aquí tuvimos el problema de que aquel día, domingo 1 de Febrero, era la fiesta del cordero, una de las grandes fiestas en Marruecos, y TODO (excepto gasolineras y poco más) estaba cerrado. Tanto fue así, que en el restaurante del hotel no había nadie: cocineros, camareros, etc, estaban de fiesta. Tuvimos que hacernos la cena de nuestra comida, usando la cocina y las mesas y sillas del restaurante.

Al día siguiente se salía  a las 5 de la mañana, para poder cruzar la frontera Marruecos-Mauritania al mediodía. Así fue, y a primera hora de la tarde ya estábamos en Mauritania.



MAURITANIA IDA
 
Con al buena hora a la que se llegó, dió tiempo a visitar el cementerio de barcos encayados en las costas de la ciudad, a preparar los coches para el día siguiente y a tomAr una buena ducha antes de la cena.

Para la cena, nos prepararon en el hotel una preciosa jaima mauritana, donde degustamos una muy cena en un ambiente de risas y bromas.

Al día siguiente (3 de febrero) cogíamos pista en el mismo Nouadhibou, y mada más coger sur, cuando se bordea la bahía, nos
empezamos a encontrar más arena que en otras ocasiones, y una inmensa plaga de langosta, que saltaban a cientos con el paso de nuestros coches y en alguno de ellos casi tapaban el frontal.. Comimos en el Cabo Tafarit y después cruzamos el parque D'Argin, donde nos encontramos con mucha arena, combinada con llanuras cubiertas de un verde sorprendente.

Al atardecer llegamos al cabo Timiris, donde tuvimos que hacer noche, para esperar a que la marea estuviese en condiciones para meternos en la playa.
A la mañana siguiente, cuando nos pusimos en marcha, la marea todavía estaba alta, por lo que al principio nuestra marcha fue muy lenta, haciendo los pasos que el agua nos permitía, y haciendo tiempo para que la marea bajase.

Al poco de nuestra marcha nos encontramos con un coche de mauritanios que se estaba metiendo peligrosamente en el mar. Rápidamente le ayudamos a salir, y continuamos viaje .... poco a poco la marea nos permitía conducir donde las olas rompen, y pudimos mejorar la marcha y 

llegar a Nouakchott sobre la 2 de la tarde.

Después de lavar algún coche (no daba tiempo para todos), nos pusimos en marcha hacia Rosso, para cruzar la frontera, cosa que nos llevaría 6 horas de una experiencia para olvidar.



SENEGAL
Después de la desagradable experiencia del paso de la frontera, y de bastante dinero dejado allí, llegamos a un hotel maravilloso en Sant Louis, justo al borde del mar, a las tantas de la madrugada.

Al día siguiente (ya era el día 5), nos levantamos no demasiado pronto, y después de un confortable desayuno, nos ponemos en marcha a Dakar.
 
Carreteras con no demasiado tráfico y en condiciones aceptables hacía que nuestra media fuera buena, y la hora previsible de llegada a Dakar justo para comer, pero cuendo estamos cerca de la capital de Senegal, nos encontramos con un tráfico lentísimo, con aquellos coches viejos, con los autobuses más viejos aún y decorados con mil colores y abarrotados de gente (mucho más allá de su capadidad física), con semáforos ... con todo aquello que hizo que tardásemos como unas 2 horas en recorrer menos de 50 kilómetros.

Por fin, pasadas las 3 de la tarde llegamos al hotel, con una única preocupación: nos darán de comer a esas horas? ... pero nuestra sorpresa fue mayúscula cuando nos dicen que no hay problemas .... y aquel día comimos ... muy bien!!!!. 
 
Por la tarde, fuímos al Lago Rosa, que era uno de nuestros objetivos, y, aunque tuvimos que sufrir de nuevo los atascos de la salida de Dakar, merecía la pena!!!. Hicimos todo el recorrido que hace el mítico Rally por el lago Rosa, para acabar en la playa .... y allí estábamos nosotros, unos cuantos días después  y muchos kilómetros y horas al volante nos separaban de Algeciras ... pero allí estábamos, y no todos pueden decir lo mismo: "ESTUVE EN DAKAR, EN EL LAGO ROSA".

Al día siguiente hicimos turismo convencional. Dejamos los coches en la puerta del hotel y fuimos en autobús senegalés (que nos consiguió el guía) al puerto para coger un barco que nos llevaría a la preciosa isla de Goré, donde la visita a la casa de los esclavos era algo obligado.

Después de la isla, unos dieron alguna vuelta por la ciudad y otros nos fuímos de nuevo al lago Rosa, con algo más de luz que el día anterior.
 

Al día siguiente nos dirigíamos a un gran parque situado al sur de Dakar, pero la lentitud en el desplazamiento nos hizo replantear la situación, y acabamos en un pequeño parque natural, donde hay animales en semi-libertad. El parque era bastante grande, y lo visitábamos con nuestros propios coches.
 
Después de esto nos metimos en pista, en un inmenso y precioso bosque de baobabs, donde pudimos visitar poblados donde la pobreza era bastante notable, a tan sólo 60Km de distancia de la capital de Senegal.

Después de hacer un buen recorrido por las pistas, acabamos en el pueblo de nuestro guía, donde conocimos a su anciana madre y a toda su familia y vecinos. En poco tiempo estábamos rodeados de muchos niños, que parecía que salían de sus casa a cientos!!!

Al día siguiente (8 de febrero) salíamos hacia Rosso, regresando hacia Mauritania.

Si el viaje de ida fue tranquilo por las carreteras de Senegal, no ocurrió lo mismo al regresar. A Pedro le paró la policia por no sé qué, y le puso una multa, que al final negociaron.

A mí me paran una primera vez, y después de que comprueba el policía que el seguro del coche vence ese mismo día (todavía válido), él me dice que venció ayer, y después de una larga discusión. la única forma de salir de allí era pagar lo que él decía (sin papeles, por supuesto). Más adelante me pusieron una multa legal: me salté un stop de una vía por la que el tren hacía mucho que no pasaba por allí, pero en fín, allí estaba el stop, y más adelante el poli. Me extiende la multa (muy poca cantidad) y me retira el carnet de conducir, al mismo tiempo que me da la multa para que vaya a pagarla a la comisaría, en el interior del pueblo. Aquí pago la multa y me dan un recibo, que me sirve para recuperar mi carnet ... en fin, una multa como Dios manda!!!

Y después, el paso de la frontera, aunque esta vez nos fue mejor: sólo tardamos 5 horas y tuvimos que pagar algo menos.



MAURITANIA REGRESO
Y una vez pasada la frontera, ya en Mauritania, seguimos camino a Nouackchott, donde nos alojamos. Después de una buena ducha y una buena cena, a la cama pronto, ya que el día siguiente había que madrugar.

El día siguiente salíamos de Nouakchott para coger una pista que nos llevara hacia Atar, teniendo como objetivo para el primer día llegar a Bou Naga. Cuando ya estábamos a pie de pista, a punto de cogerla, el guía nos dice que no tomemos esta, que cojamos otra que hay unos 5 Km más abajo, y así lo hicimos, y fue un acierto, ya que la primera nos llevaría a un cordón de dunas de muy dificil acceso, y seguro que hubiésemos perdido mucho tiempo.
 
Etapa preciosa, con mucha arena y dunas bajas, que nos permitía disfrutar de una buena conducción y hacer una buena media de marcha. Llegamos a nuestro destino, Bou Naga, todavía con bastante luz natural, por lo que continuamos algo más antes de acampar, cosa que hicimos en unas dunas. Según iba anocheciendo y encendíamos las linternas y demás 
luces, nos dimos cuenta de que había una auténtica plaga de langosta, de todo tipo y tamaño. Al final, una cena a oscuras, que daba su toque romántico (el entorno también ayudada a ello)

Al día siguiente el paisaje cambiaba y nos metíamos en el Adrar, terreno montañoso y con piedras, junto con tramos de dunas y ríos de arena. Todo esto hacía que nuestro ritmo fuese más bajo que el día anterior. A medida que avanzaba la tarde, el terreno se complicaba, al perder la pista que llevábamos, y aunque el rumbo era el correcto, la travesía se hacía lentísima al tener que atravesar planicies con piedras enormes que había que ir esquivando. Cuando la tarde estaba cayendo y quedaba muy poca luz natural y todos pensábamos en acampar, Alberto descubre la pista correcta que atravesaba un oued en el que stábamos, y esto fue nuestra salvación, ya que la pista nos lelvaría a la entrada del oasis de Terjit, donde está la carretera que nos llevaría a Atar, pero antes de llegar aquí tuvimos que pasar por un pueblo que tenía una subida considerable, toda ella de arena. El paso de esta subida, ya de noche, puso más chispa todavía a la etapa.

Al llegar a la carretera de Atar, la policía nos estaba esperando (sabían que este día pasaríamos por aquí), para escoltarnos y acompañarnos al hotel, donde amablemanete nos prepararon la cena (aunque ya era muy tarde).
 
Las primeras horas de la mañana del día siguiente las usamos en reparar pinchazos e intentar arreglar los soporte de la tienda de techo de Fernando. Después de que todo estuviese listo, partimos a Azougui y de aquí a Choum, para coger la pista de la vía, que ya no la dejaríamos mientras estuviésemos en Mauritania.

Mucha arena, dunas, el monolito y buena conducción fueron los factores de la etapa. Al atardecer, la preocupación era encontrar un lugar para acampar donde no hubiese muchos insectos

Buena madrugada a la mañana siguiente para seguir por la pista de la vía. Ya cerca de Nouadhibou, nos desviamos hacia la frontera, donde después de los trámites oportunos, abandonamos este bello país, pero con el deseo de regresar cuanto antes.



MARRUECOS REGRESO
Aunque teníamos previsto dormir en el primer albergue que había pasada la frontera (a unos 80Km), como íbamos muy bien de tiempo, avanzamos y fuimos hasta Dahkla (la antigua Villa Cisneros).

De aquí al Aaioun y al otro día a Essaouira, donde llegamos pronto y pudimos visitar la medina y  su puerto con ese sabor propio, que nos permite viajar con nuestra imaginación a los tiempos en que los piratas llegaban con sus barcos, después de hacer sus "negocios" en alta mar.

El último día de Marruecos nos llevaría a la frontera de Ceuta, para embarcar aquí y llegar a Algeciras. Aquí cada uno hacía su viaje particular: de un tirón a casa, o dormir en el camino y seguir a casa el día siguiente.

Inicio Portada Rutas Escuela TT Fotos Contactar
Anterior El Circuito Eventos Enlaces Conpetición Desierto Ninos