Antes de nada quisiera presentarme, diciendo que soy Alberto Dorsch, un apasionado del mundo del motor, en todos los sentidos desde los modelos antiguos, los más modernos, los vehículos de competición y por último de las carreras.  Todo me ha surgido muy rápido, ya el año pasado estuve participando como copiloto, corriendo con un Mitsubishi, en algunas pruebas del Campeonato de España de Todo Terreno. La experiencia me gustó tanto que este año, gracias a KOBE MOTOR, concesionario Toyota donde yo trabajo, preparamos un Land Cruiser que nos permitiese llevar a cabo el sueño de toda mi vida: pilotar un coche de carreras y participar en pruebas nacionales.  Obviamente todo es mucho más complicado de lo que parece y no sólo basta con tener un coche. Nada más inscribirnos en la primera prueba en Linares me daba cuenta que hay infinidad de cosas que hacer, detalles que no se pueden escapar y seguro que cada día que pasa me doy cuenta de más cosas: ¿cómo sé yo que el coche cumple la normas de seguridad? ¿en qué categoría participamos? ¿qué hago si se rompe el coche?.....  La inscripción te da derecho a un coche de asistencia pero..... ¿a quién llevamos

La primera carrera la terminamos con éxito, ya que finalizamos la prueba y quedamos segundos de nuestra categoría (coches de serie diesel), obteniendo así nuestros primeros puntos para el Nacional de Raids TT.

Para mí esto fue un espejismo, ya que se trato de una prueba muy dura donde lo importante era terminar.
De asistencia vino Fran, jefe de taller de KOBE MOTOR, con su mujer y varios amigos míos que me echaron una mano en todo. 

Dada la dureza del Rallye el Land Cruiser terminó bastante tocado, sobre todo de amortiguación, ya que nada más empezar “perdimos” por el camino una botella de un amortiguador que hizo que el coche no fuese bien, perdimos las protecciones de los bajos y alguna cosita más lo cual me creó muchas dudas sobre si participar en la Baja o no hacerlo. La Baja es un prueba que puntúa para el Campeonato mundial y es la carrera de TT  más importante que se celebra en Europa: son dos rallyes juntos en un mismo día, con un recorrido total de 700 Km.

¿No es muy precipitado? ¿Tendré listos los amortiguadores? ¿quién me revisará el coche?  ¿Cómo planificamos la asistencia? ¿Aguantará nuestro pequeño presupuesto? ¿Tenemos necesidad de participar?

Yo pensé que era una oportunidad que no podía dejar escapar. Todavía me acuerdo cuando iba con mi familia de viaje y pasando por Los Monegros veía los coches participando en la Baja. Que lejos lo veía y que cerca lo tengo!!!

Una vez tomada la decisión de ir y con un objetivo claro de terminar la prueba nos vamos a Zaragoza, no sin antes tener el primer susto ya que recogiendo el coche de Madrid se nos abrió el capot y se rompió la parte delantera así como el techo. El trabajo que se realizó en el Concesionario KOBE MOTOR fue excepcional, quedándose los mecánicos arreglando y preparando el Toyota hasta que estuvo listo para partir a Zaragoza.

Lo primero que preparamos en la ciudad del Ebro fue el cambio de neumáticos. Para esta carrera nos jugamos el llevar la medida original del coche, siendo bastante arriesgado ya que dan menos altura que otras ruedas y eran menos agresivas, pero mantenían un desarrollo bastante corto que era lo que necesitaba. 
¿miedo a muchos pinchazos? ¿rozarán los bajos del coche a menudo? 

En las verificaciones, tanto administrativas como técnicas, fueron comprobando que el coche cumplía con todas las normativas internacionales, y por fin.....dejamos el Toyota en el parque cerrado, junto a vehículos que valen diez y veinte veces más que nuestro Land Cruiser y con presupuestos cien veces superiores. Sin embargo en ilusión no creo que nos gane nadie.

Los mayores nervios los tuve al inicio de la etapa prólogo ya que en tan solo 4 kilómetros te jugabas mucho, teniendo en nuestro caso mucho que perder y poco que ganar. 
Fuí manteniendo el Land Cruiser y sin arriesgar. Quería ir conociendo el coche poco a poco así como el comportamiento de ruedas, motor...
Al darnos los resultados nos sorprendimos ya que, de 128 coches, nos situamos en el puesto 73. ¡primera alegría!

El día de la carrera ya no hay tantos nervios ya que son más de 700 km lo que nos iba a llevar todo el día. 
En este punto tengo que dar las gracia a nuestra asistencia. En los momentos que tenia que hacer parada obligatoria para repostaje allí estaban animando y ayudando con todo su corazón. Todo el día de un lado a otro y a 40º es para estar agradecido.

El Toyota se portó de maravilla. Los tiempos iban saliendo y todos nos estábamos  animando viendo como se aproximaba la meta. Un percance por entrar mal en una trialera nos hizo perder unos diez minutos pero nuestro empeño por llegar fue tal que cuando la noche empezaba a caer un equipo con los medios justos pero con muchas ganas llegaba a la meta de esta gran carrera. ¡que alegría!

El resultado casi era lo de menos pero hay que decir que quedamos  en 6 ª posición  de nuestra categoría y 52 de la general, de la que terminaron ochenta coches de los más de 120 que tomaron la salida.

Por si no os lo preguntáis, me gustaría  deciros que en toda la carrera no tuvimos ni un pinchazo. Las ruedas se portaron de maravilla, dando un gran agarre y una gran resistencia ante las peores condiciones. Son YOKOHAMA.

Bueno, ya os he contado esta gran experiencia que espero vaya continuando según vamos realizando más pruebas. Antes de terminar quisiera dar las mayores gracias a KOBE MOTOR, a nuestro “team manager” Federico Granda de RAID AVENTURA 4x4 y por supuesto a la asistencia, amigos y Conchi, mi mujer, por se la persona que más me apoya en este mundo de “locos”..............