1 al 18 de noviembre de 2013

Texto y fotos: Federico Granda

La crónica es un diario de viaje, junto con mis impresiones y opiniones. He intentado resumir bastante ... el viaje ha dado para mucho y soy consciente de que se me quedan muchos detalles en el tintero.

 

Introducción Marruecos - Nouadhibou Chinguetti Tidjikja Kiffa Selibabi Kaedi Nouakchott Nouakchott - Marruecos Resumen

 

Después de un mes que ha concluido la travesía, cuando me acuerdo del viaje me vienen a la mente muchas imágenes, como el tren, las grandes hammadas, el monolito de Ben’Amira, Chinguetti, los baobabs, el río Senegal, las pistas sabánicas, etc, etc, pero hay algo que sobresale a todo esto en mis recuerdos, y eso es la SEGURIDAD.

 

Hacía 6 años desde la última vez que organicé una travesía a Mauritania y, después de este tiempo, me he encontrado un gran cambio en los aspectos de seguridad. Los controles de la Gendarmería han cambiado sustancialmente: trabajan para nosotros, a nuestro servicio, por nuestra seguridad … y no son sólo palabras escritas aquí, sino que se notaba realmente … hacían que nos sintiésemos protegidos, seguros.

 

El primer contacto con la Gendarmería lo tuvimos en la frontera. Después de mostrar nuestro recorrido al responsable del puesto, éste nos comentó que iba a pasar la lista de la expedición a todos los puestos por donde pasábamos y que nos estarían esperando, quedando a nuestra disposición para cualquier cosa que ocurriese.

 

Ya en territorio mauritano, el primer control que pasamos es de acceso a Nouadhibou (la 2ª ciudad de Mauritania) … nada que ver con los controles de antes, que eran lentos y tenías que dar miles de explicaciones … ahora comprobar que la lista esté en orden y ponerse a nuestra disposición y, en un par de minutos, todo listo!!!

 

A partir de aquí los controles los tendríamos en pista, casi siempre cerca de alguna población. En muchos de ellos ya nos estaban esperando y se sabían de memoria en nº de personas y de coches de la expedición. En alguna noche de acampada venían cerca de nosotros y dormían allí. Por la mañana nos preguntaban si todo estaba ok … una maravilla!!!. Por el sur, en algún tramo nos seguían, por detrás de nosotros y en carretera nos escoltaban en algunos tramos …. En todo momento sentimos que estaban haciendo un servicio para nosotros, por nuestra seguridad!!! Desde aquí quiero agradecer a los agentes de la Gendarmería, Policía y Aduana de Mauritania que tan bien nos han tratado.

 

 

Esta travesía, en la que hemos recorrido el país de norte a sur, nos descubre dos Mauritanias diferentes: el norte con paisajes más desérticos (aunque en este viaje había muchas zonas verdes), con dunas, con grandes hammadas y ríos secos, sin apenas vegetación, con la gente más sería y fría, que contrasta con el sur, con zonas mucho más verdes, con árboles (entre ellos los baobabs), con las típicas vacas mauritanas (cebúes), con las pistas arenosas sabánicas, con abundante agua en las proximidades del el río Senegal, con la gente abierta y de sonrisa fácil … dos grandes mundos en el mismo país.

 

Un ejemplo de diferencia del carácter de la gente del norte y del sur lo tenemos en el hecho de hacer una fotografía de las personas. En el norte, cuando intentas hacer una foto a una persona, ésta se tapa la cara o te dice, con aspavientos, que no .. que no hagas la foto. En el sur, cuando intentas hacer una foto a una persona, esta posa para la foto y llama a sus amigos para que también salgan y luego se quiere ver en el visor y compartirlo con los demás.

 

..:: Diario del viaje ::...

La travesía estaba compuesta por 23 personas, en 14 coches. Cuando anunciamos el viaje en nuestra web, este se llenó rápidamente …. por parte de algunos ya había ganas de hacer un viaje a Mauritania.

 

La organización la componíamos Luis Granda, José Luis Lacunza, como mecánico (acompañado por su copi Miguel) y yo.

 

El 1 noviembre hicimos noche en Tánger, después de pasar los trámites aduaneros con Marruecos.

 

Después de unos cuantos km entramos en Mauritania el día 5, después de haber pernoctado en Bir Guendouz, en un renovado Cap Barbás. Lamentablemente Miguel y Almudena se tuvieron que quedar en Marruecos, por problemas físicos, que al final se solucionaron. Así pues, entramos en Mauritania 13 coches y 21 personas.

 

Después de las gestiones aduaneras, ayudados por nuestro coordinador en Mauritania Artouro, nos dirigimos a Nouadhibou, donde algunos paseamos por la ciudad y otros fueron hasta el extremo sur de la bahía

 

La cena estaba prevista hacerla en el Hogar Canario, pero lamentablemente me enteré que había cerrado … qué buenos recuerdos de otros viajes!!!. En su lugar encontramos un restaurante vasco y allí tuvimos la cena.

 

 

Por fin el día 6 empezamos realmente la travesía de Mauritania. Después de abandonar Nouadhibou, pasando los controles correspondientes, repostamos en Boû Lanouâr y nos adentramos en pista … comienza la pista de la vía!!!

 

En esta misma mañana tuvimos la suerte de ver pasar el tren en 2 ocasiones, en un pequeño intervalo de tiempo. En uno de los trenes contabilizamos más de 200 vagones.

 

Con pista arenosa y rápida, van cayendo los kilómetros a un buen ritmo, haciendo que se cumpliera la etapa programada y acampar en la zona prevista, aunque casi al final encontramos más arena y hubo alguna “quedada”, con su correspondiente tiempo para salir de los atascos.

 

Acampamos cerca de Tmeïmîchât antes de que empezara a caer el sol, con tiempo suficiente para todos los preparativos. Al poco tiempo de establecer el campamento nos visitó una patrulla de la gendarmería, para comprobar que todo estaba en orden.

 

Merienda, cena, tertulia de campamento y a dormir.

 

Nada más amanecer recogemos el campamento, dispuestos a abordar la 2º etapa de travesía. De nuevo la patrulla de gendarmería vino a visitarnos y preguntarnos cómo habíamos pasado la noche. Qué bien!! Así da gusto!!

 

Proseguimos por la pista de la vía, con la visita obligada al impresionante monolito de Ben’Amira, donde aprovechamos para hacer reportaje de nuestros bidones.

 

Llegando a Choûm se rompen los rodamientos de una rueda delantera de mi coche y la tuerca de sujeción se funde con el buje, debido al rozamiento. El grupo continúa marcha, ya que el objetivo de la etapa es Chinguetti y aún nos quedan más de 190 km.

 

José Luis, Dani y Gonzalo se quedan conmigo, intentando una reparación provisional para ir acercando el coche a Atar, pero es imposible y a los pocos km tenemos que pararnos definitivamente.

 

José Luis y Gonzalo se acercan a Atar y, con Luis, consiguen rodamientos y un buje. Con esto regresan, junto con Jorge, que se une a la “fiesta”, hasta donde Dani y yo esperamos y se consigue reparar el coche y nos ponemos en camino hacia Atar, donde llegamos sobre las 4 de la madrugada.

 

Dani y yo necesitamos repostar, pero todas las estaciones de gasoil están cerradas, por lo que José Luis, Gonzalo y Jorge marchan hacia Chinguetti y nosotros esperamos a que abran la gasolinera.

 

Sobre la 6 de la madrugada podemos repostar y nos ponemos en marcha hacia Chinguetti, 82 km de pista muy buena, llegando al albergue des Caravannes justo cuando el resto del grupo de disponía a desayunar … aprovechando y desayunando con ellos.

 

Toda la mañana la pasamos en las dunas, disfrutando de la conducción y de los bonitos paisajes, con Chinguetti siempre al fondo.

 

 

Para algunos hubo tiempo de pasear por los  lugares mágicos de este hermoso lugar, que es  la séptima ciudad sagrada del Islam.

 

Después de la comida una merecida siesta y luego visita a la biblioteca y después todos a la gran duna a ver atardecer.

 

Ya anochecido, paseo por las calles de Chinguetti y visita al Hospital de la Fraternidad, fundado y puesto en marcha por españoles.

 

El 9 de noviembre nos ponemos en marcha dirección a Tidjikja, en una etapa de 2 días, con acampada prevista en el desierto.

 

Salimos de Chinguetti siguiendo el cauce del oued hasta que lo abandonamos y comienza una pista con mezcla de piedra y arena, por lo que tenemos que poner los neumáticos a una presión de compromiso, que nos permita circular en los diferentes terrenos.

 

Sistemas montañosos,  zonas de mucha arena y soledad es todo lo que nos va acompañando en nuestro recorrido.

 

A unos 60 km del final programado, volvemos a tener problemas con los rodamientos de mi coche (la misma rueda). Se repara el buje y ponemos unos rodamientos de repuesto y además cambiamos la homocinética, que pensamos que estaría dañada de la primera vez. Todo esto nos lleva tiempo y la tarde empieza a caer, así que decidimos montar el campamento en este mismo lugar, sin completar el recorrido previsto.

 

Empezamos el día 10 con los 60 km que tenemos que recuperar, cosa que sería factible ya que enseguida encontramos una pista nueva (una posible carretera?) en muy buen estado, que nos permite aligerar la marcha.

 

Después de un gran tramo circulando por la pista nueva, la abandonamos, buscando el Mitsu del Dakar abandonado en la pista y aquí enganchamos con nuestro recorrido previsto, por una pista que nos lleva un bonito cordón de dunas, que tenemos que atravesar.

 

A partir de aquí seguimos combinando pista rápida con río de arena, hasta que llegamos a una zona muy divertida de dunas bajas que atravesamos, para acceder de nuevo a un río que nos conducirá a la impresionante cuenca de agua de Taoujafet, donde aprovechamos para contemplar esta maravilla un buen rato y sacar fotos.

 

A partir de aquí, transcurrimos por el cauce de un oued hasta Rachid, donde tomamos la pista que nos lleva a Tidjikja, alojándonos en el albergue des Caravannes.

 

Le etapa del día 11 es de 288 km hasta Kiffa. Después de 24 km de asfalto tomamos pista, que en general es rápida, aunque tiene algún paso muy lento, con mucha piedra.

 

El paisaje empieza a cambiar, con más vegetación y menos arena, que se concentra en el paso de Nega, que encuentro mucho más suave que la última vez que lo hice. Paso precioso, con la mezcla de la montaña y las dunas, con un colorido especial. En medio de toda esta soledad, nos encontramos a un par de locales a camello, sin rumbo aparente.

 

Una vez acabado el paso de Nega, seguimos por el cauce de un oued hasta Boûmdeïd y luego ya por pista hasta Kiffa, donde nos alojamos en el hotel El Elmel, con problemas con las habitaciones, ya que están en plena campaña electoral y al día siguiente viene a Kiffa el presidente de la República, y alguno de los acompañantes han ocupado habitaciones reservadas … al final todo se soluciona conseguimos apañarnos.

 

La etapa del día 12 se plantea tranquila, con sólo 226 km, de pista bastante rápida.

 

Nada más salir hacia la pista, que comienza en el aeropuerto (la misma que hacía el Dakar cuando pasaba por aquí), tenemos que esperar un buen rato, ya que el presidente está llegando en helicóptero al aeropuerto y, casualmente, se dirige a Kankossa, sitio por donde nosotros pasamos también.

 

Por fin nos dan paso y tomamos la pista, donde encontramos bastes policías ‘cubriendo carrera’, por el paso del presidente.

 

De Kiffa hacia el sur el paisaje cambia radicalmente: mucha más vegetación, empiezan a aparecer cebúes, hay acuíferos y algunos ríos llevan bastante agua, la gente es mayoritariamente de raza negra y son mucho más abiertos y simpáticos ….  y ya nos encontramos los baobabs.

 

El primer tramo lo hacemos por una pista en buen estado, que parece que en un futuro próximo será la carretera que una Kiffa con Kankossa. Una vez que dejamos esta pista, el trayecto transcurre por pistas sinuosas, con base de arena y con mucha vegetación a ambos lados, lo que hace que la conducción sea muy divertida.

 

Los pueblos por donde pasamos estaban de fiesta, con mítines de campaña electoral de los distintos partidos.

 

Atravesamos Kankossa, en medio de una gran multitud de tráfico y gente. Todos  engalanados con sus ropas de domingo, donde destacan los armoniosos colores de los vestidos de las mujeres, que tan simple y elegantemente lucen.

 

Continuamos por esta pista sabánica, siguiendo el cauce del río Karakaro, hasta Ould-Yenje, donde hacemos una parada para comer y estar con los niños que respetuosamente se acercan a nosotros.

 

Ould-Yenje es el último gran pueblo que pasamos en nuestro recorrido. A partir de aquí, hasta Selibabi,  todos son poblados encantadores, con las chozas redondas con los techos de brezo.

 

Por fin nos encontramos el primer baobab, a pie de carretera, que provoca la admiración de todos. Cada uno quiere su correspondiente foto al lado del baobab. A partir de aquí los baobabs nos acompañarán como elemento del paisaje, durante varios km.

 

Acampamos 20 km antes de lo previsto, al lado de una bonita montaña y muy cerca de un poblado. A los pocos minutos de empezar a montar el campamento, ya teníamos allí a niños y adultos del poblado, que habían venido en “comité de bienvenida”. Sacamos un balón de fútbol y se montó un partidillo, en donde lo que había que hacer era chutar el balón, sin importar dónde y correr detrás de la pelota.

 

Cuando el sol cae, la gente del poblado nos abandona, retirándose a sus casas.

 

En el campamento, cena y charla alrededor del fuego. En esto, aparecen el comandante y 2 agentes de la Gendarmería de Selibabi, como siempre para velar por nuestra seguridad. Hablando con ellos nos confirman las sospechas de que el tramo Selibabi – Kaedi ya es asfalto en su totalidad, pero nos ratifican que hay una pista que sale de Selibabi hacia Kaedi, pasando cerca del río Senegal.

 

Marcamos sobre mapa el nuevo recorrido, ya que el previsto era el que ahora es asfalto, y al amanecer del día 13 cargamos en los gps los waypoints del nuevo trazado.

 

Una vez levantado el campamento, nos ponemos en marcha hacia Selibabi, donde aprovechamos para repostar.

 

En Selibabi visitamos al comandante de la Gendarmería y acordamos que la policía nos acompañara para encontrar la pista sin problemas. Una vez encauzados en la pista, seguimos el viaje ya solos. Llegando a Arr, pasamos por un impresionante puente, que lleva su mismo nombre, y, por el cartel en la entrada al mismo, parece que fue construido por los chinos.

 

Seguimos camino hacia Kaedi, pasando por Maghama y luego Sivé, a orillas del río Senegal. En los pueblos grandes, pasamos los correspondientes controles y la gendarmería nos acompaña hasta la salida del pueblo y nos deja en la pista correcta.

 

En Sivé hacemos una parada en el río Senegal, contemplando qué diferente es todo aquí, con el agua abundante del río.

 

El coche de Jorge y Flor viene dando problemas de combustión hace ya unos días y ahora empieza también con ruido en la transmisión delantera. El grupo continua marcha y nos quedamos con Jorge, José Luis y yo, que vamos a un ritmo más lento.

 

Ya de noche, el coche de Jorge se para, con los rodamientos rotos, a tan solo 6 km de Kaédi. Desde hacía ya un buen rato, una patrulla de gendarmes nos acompañaba a distancia, y ellos mismos llaman a un mecánico a Keadi, que en rato está con nosotros. Se le dice qué nos hace falta y de nuevo va al pueblo, con Jorge, a por las piezas necesarias. Al poco rato viene con los rodamientos, arandelas y tuercas correspondientes ... se monta y proseguimos camino a Kaedi

 

En Kaedi conseguimos un hotel mejor que el previsto, el Faboly, pero sólo hay 3 habitaciones, que las aprovechamos para nuestro mecánico, que se había ganado un buen descanso, y para 2 más …. y el resto … al Faboly.

 

El 14 de noviembre empezamos con una visita al puerto de Kaedi, pasando por el mercado, en pleno ambiente, acompañados en todo momento por la gendarmería. En el puerto pudimos ver cómo la barcaza de paso de coches entre Mauritania y Senegal estaba en uso de nuevo, después de muchos años inactiva. Otra vez Kaedi sigue siendo paso fronterizo también para coches, eso sí, para grupos pequeños ya que en la barcaza sólo caben aapenas 2 todoterrenos.

 

El coche de Jorge tiene grandes problemas de combustión y no viene con nosotros, se queda en el hotel con José Luis, mirando qué se puede hacer.

 

Después de la visita al puerto, emprendemos viaje hacia Nouakchott, acercándonos en un par de veces, al río Senegal. En una de las ocasiones coincidimos con 2 grandes grupos de cebúes que bajaban al río a beber.

 

Jorge se nos une en Bogué, pero el coche le falla intermitentemente, por lo que a veces viene con su propio motor y otras remolcado por José Luis. Paramos en Aleg para vaciar la gasolina del depósito y poner nueva, pero esto no funciona y el coche sigue igual.

 

En el siguiente control de carretera, hablamos con los gendarmes y estos hacen parar a un camión con plataforma y el conductor llega a un acuerdo con Jorge para llevar el coche hasta Nouakchott. La otra solución hubiese sido llamar a una grúa en Nouakchott, pero este llevaría mucho tiempo, ya que estamos a más de 200 km de la capital.

 

Con todo esto, emprendemos marcha ya anocheciendo, por lo que nos toca hacer unos 200 km de la “carretera de la Esperanza” sin luz solar, con muchísimo tráfico en ambos sentidos … un infierno!!!.

 

 Durante todo el trayecto de carretera, hasta unos 50 km antes de llegar Nouakchott, la gendarmería nos dio escolta. Una patrulla nos escoltaba hasta el límite de su comarca y justo en ese punto nos estaba esperando otra patrulla, y así sucesivamente.

 

La entrada a Nouakchott es caótica. Mítines electorales, tráfico sin orden, gente y más gente, etc, hacía que avanzar unos metros en ciertas zonas fuese casi un milagro. Con esto, llegamos casi a media noche al hotel Sabah, situado en la playa,  con aparentes signos de decadencia desde la última vez que estuvimos por aquí, aunque las habitaciones estaban muy bien!!!

 

Pese a la hora, nos prepararon una buena cena a base de pescado, que estábamos acabando pasada la 1 y media de la madrugada.

 

El plan de la última etapa de Mauritania era hacer 90 km de playa hasta Tiouilît y de aquí carretera hasta la frontera, pero esto iba a ser imposible, ya que la marea estaba alta a las 10 de la mañana y bajaba muy lentamente, así que decidimos hacer carretera, pues la frontera con Marruecos se cierra a las 6 de la tarde.

 

De todas formas, paramos en Tiouilît y algunos hicieron algo más de 20 km de playa (la marea ya estaba adecuada) hasta la gran duna, ida y vuelta.

 

Mientras tanto Jorge y Flor quedaron en Nouakchott, esperando su coche y gestionando el traslado a Marruecos.

 

Pasadas las cuatro de la tarde estábamos llegando a la parte mauritana de la frontera.  La directora general de la oficina de turismo de Mauritania y altas autoridades de Gendarmería, Aduanas y Policía, entre otros, estaban esperando a un numeroso grupo de holandeses, pero al ver que llegamos nosotros, y movido por nuestro coordinador en Mauritania Artouro, estas autoridades nos ofrecieron una recepción oficial, a todo nuestro grupo.

 

Estuvimos charlando ampliamente con la directora de turismo, que se interesaba por nuestra experiencia en su país. La televisión, que estaba cubriendo la recepción,  mauritana me hizo una entrevista, en la que incidimos en los aspectos de seguridad de Mauritania, de cara al turismo.

 

Después de la recepción y las gestiones fronterizas, pasamos a Marruecos y nos alojamos de nuevo en el Barbás.

 

El regreso lo hicimos en 3 cómodas etapas: Bir Guendouz – El Aaioun, El Aaioun – Agadir y Agadir – Tánger.

 

..:: Resumen ::...

Resumiendo los diferentes aspectos del viaje:
    - Travesía: más de 1.600 km de pista, con un paisaje cambiante, del desierto del norte, con mucha arena y poca vegetación, a la sabana del sur, con agua, cebúes, vegetación abundante.
Etapas asequibles, aún con imprevistos mecánicos (los hemos tenido), con el día de Chinguetti de colchón
El planteamiento inicial de 3 acampadas y el resto en hoteles/albergues era bueno, pero vista la calidad de hoteles/albergues, quizás hubiese sido mejor tener más acampadas

 

   - Mecánica: ha sido un duro test para los coches. Además de las grandes incidencias relatadas en la crónica, ha habido otras menores, que se han subsanado, definitivamente o temporalmente, sobre la marcha, además de varios pinchazos y reventones de ruedas.
Una buena amortiguación y protecciones son más que aconsejables para este tipo de travesías.

 

   - Gentes: destaco la hospitalidad y amabilidad en general, aunque hemos podido ver un gran cambio, como en el paisaje, de la gente del norte, mucho más reservada, a la gente del sur, más simpática, abierta, alegre, etc.

 

   - Infraestructuras: si tuviese que definir las infraestructuras hoteleras en pocas palabras diría: “de poca calidad y caras”
Desde mi última visita no he visto progreso en hoteles y albergues, sino todo lo contrario, pero sí he notado un incremento de precio, sobre todo en Nouakchott.
Para futuros viajes aumentaremos las noches de acampada, para disminuir las de hotel y albergue.

 

   - Seguridad: aquí sí he notado un gran cambio … pero a MUCHO MEJOR
Si antes era un engorro pasar un control, ahora da gusto. Los agentes de Gendarmería, Policía y Aduana están al servicio del turista, y lo demuestras con sus actos.
En todo el viaje siempre he sentido un entorno de seguridad.

 

 

 

 

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