29 de noviembre al 8 de diciembre de 2013

Texto: Antonio Martínez

 

Nuestro segundo año de locura controlada.

 

Viernes 29 de noviembre 2013

Trabajo toda la mañana con la mente puesta en el Puerto de Almería

A las 4.30 quedamos con los otros albaceteños, Joaquín y Elisa, en el Parador Nacional para tomar café. Rumbo Almería.

Viaje sin problemas. Cena en Almería

Imna nos llama a ver que pasa. Todo el mundo en el puerto y nosotros cenando. Encuentro con conocidos del año anterior y recibo los regalos de los Poceros, que como siempre no son de mi talla.

Embarque y noche de travesía. Biodramina y susto

 

Sábado 30 de noviembre

Salimos los últimos del barco, nos incorporamos al grupo y comenzamos la ruta. Parada para almorzar en un sitio donde dicen que hay una gruta. Ya veré las fotos.

Viaje rápido porque al parecer, hemos tardado poco en la frontera y parada a comer cordero a la entrada de Oudja. Fenomenal comida

Después visita a la localidad (la más occidental que he visto en el interior de Marruecos) para buscar un soldador de gafas. Resultado para Obdulia, sin gafas todo el viaje.

Hotel: Está bien. Cena para gotosos

 

Domingo 1 de diciembre

El malvado Federico ha previsto jodernos bien el día. Me levanto a las 4.30 de la mañana (no se cuantos años hace que no tengo este horario). Salimos noche cerrada y al poco empieza a llover, después a nevar y después un frío del carajo (aunque no vi volar bajo a ningún grajo)

Se supone que tenemos que atravesar un sitio que en francés se llama Plateau (que en cristiano quiere decir meseta) de Rekkan. Un sitio que conocía de oídas puesto que amigos míos lo habían cruzado en moto, aunque en varios días.

Siempre he estado fastidiado con lo invasivas que son las ayudas electrónicas que lleva mi coche. En la meseta descubrí que están reguladas para este terreno y que se podían usar para ir más rápido y seguro. Un alivio, ya pensaba que estaban puestas a punto por un idiota.

Travesía interesante puesto que las pistas están en muy buen estado debido a que no pasan ni las águilas. El terreno me encanta puesto que la pista es rápida, con pocos baches y de una tierra que permite controlar bien el derrapaje del coche.

Por adelantar a otros coches me llevo dos chinazos en el parabrisas.

Descubro que Chot significa lago.

Al terminar, rematados, doscientos kilómetros de carretera hasta el hotel.

Hotel: cutre lux Marruecos. Cena para diabéticos avanzados.

 

Lunes 2 de diciembre

Vamos a Merzouga

Viajecito sin contratiempos hasta llegar al río de arena, donde descubro mi verdadera vocación: navegante de río.

Tercera a fondo hasta llegar al restaurante a la orilla del río. Comida, risas, fotos de personas fallecidas y el encuentro, que pequeño es el mundo, con un sujeto al que no puedo ver desde 2008.

Llegada al hotel Toumbuctú

El año pasado este hotel me pareció el panteón de Drácula, por lo frío y por lo inhóspito. Este año me han colocado en la planta baja, quizás en atención a mi edad, y el frío no ha sido tan intenso. De todas maneras me parece un hotel pensado para otras épocas del año y diseñado con el lugar donde la espalda pierde su casto nombre.

Lo mejor, la comida y la situación del establecimiento.

 

Martes 3 de diciembre

Dunas.

Se me dan bastante mejor que el año pasado. La chapa que me ha colocado los Poceros en los bajos (del coche) me atasca en la cresta de las dunas.

También mi inexperiencia.

Los sufridos compañeros de grupo me sacan de dos o tres enganchadas.

Debo decir que gracias a ello Luis, y todos, descubrimos un nuevo y más alto tobogán. Me deslizo por el tobogán que forma casi natural. Si llega a ser el año pasado ya hubiéramos visto.

Por la tarde a Rissani a comprar camellos (de verdad). Lástima que cuando llegamos habían recogido los animales (de cuatro patas) y Jesús no pudo empezar el trato.

Después lo de costumbre: visita a los puestos donde los satélites que nos acompañaban llevaban comisión. El que mejor se portó y dejó más contento a la parroquia fue Enric. Un caballero benefactor.

El año pasado fue peor, hasta compramos espadas

 

Miércoles 4 de diciembre

Decidimos que queremos ver mundo y nos vamos con el grupo de Pepe y Pepa de ruta. Acierto total. Ellos son personas encantadoras y el grupo que iba son personas amables, y simpáticas (no me canso).

A ciertas edades la vida se toma de otra manera. Primero unas dunas en Ourzina y después unos huevos fritos, viandas y una sobremesa fenomenal sobre todo con un Oporto de 26 años que Fernando Fender nos obsequió.

Era lo que procedía.

Después de semejante ágape vuelta al hotel por el camino más corto. Gasoil, filtro y visita a las Kasbas de la zona de la mano de nuestro cicerone Javier, que nos embauca con unas explicaciones truculentas inventadas sobre la marcha. El tío improvisa con un desparpajo que asusta, pero se pasó de frenada, sobre todo con los omeyas, y nos mosqueamos. Menos mal que su mujer Ana que es una devota de la razón y la verdad, se apresuró a poner en evidencia al embaucador.

 

Jueves 5 de diciembre

A Zagora

Para mí siempre ha sido una ciudad mítica tras leer los relatos de las caravanas que partían de aquí para cruzar el Sahara. Ahora es la ciudad de Mohamed Gordito.

Un tipo peculiar con el que a la mañana siguiente tuve unas palabrillas. El Gordito como hombre inteligente que es, salvó la situación perfectamente

Parte del trazado ya lo conocía, pero el último paso antes de llegar a Kem Kem me pareció precioso, tanto que casi me emocioné al ver aquella llanura con esos contrastes de colores.

Descubro a un ser superdotado, Martín, capaz de oír un pinchazo con el coche en marcha.

Invitamos a los colegas de grupo, gente fenomenal, a los huevos fritos en descargo de mi conciencia.

 

Vienes 6 de diciembre

A Boulmane. Empieza la vuelta casa

Nos saltamos el trayecto de rumbo y dirección planificado por el malvado Federico. Hábilmente atajamos por carretera y hacemos por pista el último tramo. Los caminos de Sahro no tienen ningún interés. En España hay tropecientos mil como ellos y/o peores. Pero el paisaje, es único el contraste del color de las montañas con la vegetación y la luz que existe no es comparable con nada.

Seguimos hasta las gargantas del Dades, que ya conocíamos aunque no hasta el final, y comemos en un restaurante con unas vistas impresionantes.

Llegada al hotel, que a diferencia del año pasado, está calefactado y se sigue comiendo bien.

Para nosotros el mejor hotel de la ruta con gran diferencia.

En este establecimiento, por la noche, se produce lo que podríamos llamar la entrega de premios por parte de los patrocinadores y la organización. Por supuesto no nos toca nada salvo un bonito juego de atornilladores que ni siquiera tienen motorcito.

Debo significar la gran aportación al avance de la civilización occidental que nuestros patrocinadores produjeron. Se puede resumir en las siguientes frases de la pareja de benefactores:

   - Rubia de bote, conejo morenote.

   - Al ganador del premio, Fernando, le llamaron “fotocopias”. A la mañana siguiente me enteré que es doctor en medicina con la especialidad de radiología.

   - A Olga, que pinchó las cuatro ruedas del coche y alguna más, la llamaron, DJ de las dunas.

 

Sábado 7 diciembre

Viaje interminable hasta Melilla. Me hace gracia lo que pone el malvado Federico en la propaganda del evento. “Apoyo en los trámites aduaneros”. Cualquiera que haya ido sabe que no es cierto, aquello es la selva y responde al dicho “por donde pasa uno, pasamos todos”.

El malvado Federico se quita de en medio con la escusa de preparar el embarque cuando la realidad es que va a ponerse ciego de pescado y vino fresquito en el restaurante de la muralla enfrente del puerto.

Para no ser menos, imitamos a Federico.

Llegada al barco, más biodarmina.

 

Domingo 8 de diciembre

Desembarco, despedidas, buenos propósitos

Encuentro con la realidad.

 

 

 

 

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