Texto: Elena Martín

 

-- MI EXPERIENCIA EN LA DESERT TROPHY --

 

Buenas tardes a todos y feliz año nuevo, con las fiestas ya concluidas toca volver a la normalidad.

 

Desde que volvimos del viaje andamos detrás de querer mandar una pequeña crónica de la experiencia vivida pero entre fiesta, cena y compromisos varios no ha podido ser antes.

 

Llevamos años bajando a Marruecos con “Raid Aventura” es un viaje que nos encanta y del cual somos fijos. No os voy a contar como funcionan porque ya lo sabéis, fenómenos.

 

Hace unos años decidieron introducir un nuevo aliciente a esta bien llamada Clásica, por lo bien instalada que está. Me refiero a la Desert Trophy Challenger popularmente conocida como la DTT o para entendernos todos “la carrera”.

 

Ha sido nuestro segundo año de participación en la competición, anteriormente no lo habíamos hecho nunca, pero el año pasado probamos y tuvimos que repetir, es una manera diferente pero genial, muy divertido y porqué no decirlo un poco vicio.

 

Cada día de competición ha sido diferente porque el objetivo era distinto. Luis ya se encargó de que estuviéramos bien entretenidos, buscando waitpoints, localizándolos en un mapa, trazando coordenadas, navegando por rumbos, haciendo fotografías propuestas, etc. En ocasiones las etapas han sido un poco duras, mucho polvo, mucha piedra, mucha prisa, poco tiempo, sin parar ni para comer, en fin un poco matador.

 

En algún momento, en la intimidad del coche, miras a tú pareja y dices: “Mañana pasamos de competición” ………. Pero llega la sobrecena y aparece Luis con sus mapas y las etapas con las pruebas a realizar y ya estamos allí otra vez todos liados .. a reunirse para trazar la estrategia, el plan para el día siguiente, miramos, vemos, contamos puntos y decidimos que haremos, esto siempre cambia algo, ya que se hace necesario adaptarse a los horarios fijados de paso para no descalificar, esto se va luego cambiando según necesidades, es cierto que surgen tensiones y discrepancias, pero hablando se entiende la gente, la sangre no llega al río y se llega a meta en tiempo.

 

Eso sí, una vez que hemos llegado y con la “tarea” ya cumplida, nos damos un buen homenaje “aperitivo-comida-merienda”, porque llegamos con más hambre que el perro de un ciego, un vinito y un jamoncito y lo que enganchemos va bien, acompañado de unas buenas risas, con anécdotas de la etapa y recuento de puntos conseguidos.

 

Nosotros hemos tenido la suerte de contar con un equipo genial y eso también es importante, hemos vivido una experiencia buenísima, que volveremos a repetir … seguro.

 

Quiero animaros a todos a que probéis porque seguro que repetís. No hace falta ser muy intrépido, pues tú marcas tú ritmo pero si es verdad que cuando decides hacerlo, te implicas y te engancha.

 

 

Gracias a todo el grupo por su colaboración y comprensión dejándonos paso y todo eso, ahora entenderéis mejor las prisas (queríamos entrar en tiempo) y sobre todo gracias a nuestro equipo: Tere y Eladio, Alicia y Jesús y a Espe y Javi. El trabajo en equipo ha hecho posible que todo esto fuera genial, lo hemos pasado fenomenal. GRACIAS

Elena Martín

 

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